Historia Consular en Valparaíso

El 13 de marzo de 1823 se estableció el primer Consulado acreditado en Valparaíso. Estados Unidos nombró cónsul a Michael Hogan. No se sabe mucho respecto de su persona ni sobre su permanencia en el país. Estudiosos del tema, sostienen que en 1818, cuando se lograba la emancipación definitiva, residía ya en esta ciudad un Cónsul norteamericano, Henry Hill, pero no hay confirmación de ello. Meses después de la acreditación oficial del representante norteamericano, el 10 de octubre de 1823, Gran Bretaña destacó su primer Cónsul, Cristopher Nuggent, personero del cual también se carece de antecedentes. Con la presencia de estos funcionarios comenzó en la ciudad de Valparaíso el desarrollo de la actividad consular, que en los años siguientes se fortaleció, en la medida que otras naciones, fundamentalmente europeas, designaron en ella sus representantes.

El Consulado Británico tardó en fortalecerse, pues al año siguiente sólo disponía de un Vicecónsul, funciones que desempeñó Henry W. Rouse, quien permaneció en el ejercicio de ellas hasta el 5 de Agosto de 1835. En esa fecha se designó para reemplazarle a John Walpole, en la jerarquía de Cónsul.

El Reino de los Países bajos abrió un Consulado General el 11 de Enero de 1825, cuando asumió Juan Francisco Deursther Regnau. Dos años después, el 10 de Enero de 1827, Francia nombró como Agente Comercial a Charles Legentel du Pon de Larche, y el 28 de Agosto de 1829, estableció el Viceconsulado, con Francisco Luis Augusto D´Espinville.

Siguieron a continuación: Dinamarca, en 1834, pero se desconoce la identidad de su funcionario; España lo hizo en el 12 de Abril de 1850, con el Vicecónsul Juan Lagarrigue Abad; e Italia en 1865; el Reino de Piamonte-Cerdeña abrió un consulado, desconociéndose la identidad de su representante. En 1850 esas funciones las desempeñaba el empresario naviero Pedro Alessandri.

El año 1866 fue pródigo en la apertura de consulados europeos. Lo hicieron Portugal, con Jorge Lyon; Suiza con B. Fischer; Suecia y Noruega, con Carlos Bahlser, representante para ambos reinos y el Imperio Austro-Húngaro, con Nicolás Linnich. Otras 2 naciones lo hicieron en 1885: Bélgica, con Julio Martínez Grissar y Rusia con Héctor Beeche.

Con anterioridad a la unificación alemana, varios estados germanos abrieron y mantuvieron cónsules en Valparaíso: Bremen lo hizo el 12 de Enero de 1835, con Simón Hermann von Post; Hamburgo el 9 de Julio de 1835, con August Hermann Kindermann; Frankfurt am Main y Mecklenburgo, con Felipe Bayerbach; Hannover, con Federico Diestel; Sajonia con D.O. Reichter y Lübeck, con Hermann Lüdermann, todos en 1839. Prusia lo hizo en 1848 con Eduardo Müller, pero tenía Agente Comercial desde 1827. En 1866, Oldenburgo. Al formarse la Federación de Alemania del Norte desaparecieron algunos de ellos y el 01 de Julio de 1867 se nombró a Carlos Pini. En 1872, producida la unificación, se abrió el 13 de Enero el Consulado del Imperio Alemán.

Grecia fue el primer país que abrió consulado en Valparaíso en el siglo 20, cuando designó en 1902 a Nicolás Delpino. Le siguieron Noruega, con Einar Rosenqvist, en 1905 y Suecia 2 años después, con Arvid Lowerbany. Con anterioridad esas 2 naciones eran representadas por una sola persona. Serbia en 1918 designó Cónsul a Luis Mitrovich, quien al año siguiente representó además a los Reinos Croata y Esloveno. Finlandia en 1923 nombró a Luis Campbell; Checoslovaquia designó en 1925 a Andrés Svilokos y Austria nombró en 1930 a Emeric Kovacs.

La primera nación latinoamericana que acreditó un Cónsul en Valparaíso fue Brasil, que en 1833 envió a Benito Gomes de Oliveira. Cuatro países lo hicieron en 1866: Colombia con P.A. Torres; Guatemala con Felipe Calamann; El Salvador, con J. Rosenberg y Argentina , con Gregorio Beeche. El Perú abrió su consulado en 1868 con Miguel Ríos. En 1879 lo hicieron Nicaragua y Honduras, con Enrique Willshaw. Otras cinco naciones lo hicieron en 1885: Costa Rica, Luis M. Cerveró; Uruguay, Juan Francisco Sánchez; Bolivia, Filiberto Herrera; Ecuador, Luis Puelma y Paraguay, Agustín Viollier.

México lo hizo en 1888, con David Williamson; Venezuela en 1898, con Evaristo Soublette; Panamá en 1907, con David Lyon; República Dominicana en 1913, con Manuel F. de Peña, y Cuba en 1919, con Miguel Angel Amenábar.

Entre las curiosidades relacionadas con el Cuerpo Consular, cabe consignar que en 1866 las Islas Sandwich tuvieron un representante legal, del cual se carece de antecedentes.

Cuba, por su parte, abrió su primer consulado en 1919. Su último representante fue Ernesto Víctor Matute Claremount, hasta el año 1963. Haití designó en 1941 a su primer cónsul, don Alfredo Betteley Mahand.